SAN JUAN DE LOS LAGOS, JAL.- Ramón Pérez Sánchez, director de la Comisaría de Seguridad Pública Municipal de San Juan de los Lagos, fue ejecutado a balazos a bordo de su camioneta-patrulla por parte de varios sujetos que lo emboscaron en plena Zona Centro de este Ayuntamiento.
El hombre, de entre 60 a 65 años de edad, tenía varias administraciones municipales como jefe policiaco y ya había recibido amenazas de muerte por algunas detenciones de integrantes de la delincuencia organizada en el municipio, por lo que había gestionado la instalación de una base militar en San Juan de los Lagos.
Su homicidio tuvo lugar el jueves 26 de enero, alrededor de las nueve de la noche.
El director de Seguridad Pública viajaba en una camioneta Chevrolet Cheyenne, en color blanco, cuando en las calles Camino Nuevo y Vicente Guerrero, en la Zona Centro, fue emboscado por varios sujetos, que por su parte tripulaban tres vehículos, una camioneta Nissan X-Trail, una camioneta Toyota Tacoma en color blanco y un automóvil Volkswagen Jetta blanco de modelo reciente.
Los sujetos comenzaron a dispararle en repetidas ocasiones con armas de fuego largas, al parecer AR-15 y AK-47 ("cuernos de chivo"), por lo que los proyectiles hicieron blanco en la camioneta y en el jefe policiaco, que así fue privado de la vida.
Tras el mortal atentado, los agresores abordaron las unidades y se dieron a la fuga a toda velocidad, mientras que testigos de la ejecución daban parte a las autoridades.
Al sitio llegaron paramédicos de Protección Civil Municipal, que confirmaron la muerte del agredido, así como policías preventivos, que confirmaron que la víctima era su director.
El cuerpo del jefe policial quedó a bordo de la camioneta, que a su vez terminó a un lado de una tienda Coppel, por lo que la zona fue acordonada.
Momentos después, al lugar llegaron elementos de la Policía Fuerza Única Regional, de la Policía Investigadora de Lagos de Moreno y Guadalajara, así como de las corporaciones de los municipios cercanos.
Entre todos organizaron un operativo para tratar de localizar a los responsables del homicidio, pero no pudieron localizarlos.
En la escena se hallaron entre 20 y 30 casquillos percutidos de grueso calibre, que fueron asegurados por elementos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, que luego trasladaron el cuerpo del finado al SEMEFO.
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